Este año 2016 quería empezar el año continuando con mis aventuras barranqueras, el año empezó con temperaturas insólitas, falta de nieve y frio, aunque el fin de semana elegido a finales de enero todo cambio y cayo la primera nevada y bajo la temperatura con lo que consiguió que este breve descenso fuera todavía mas interesante, nos reencontramos de nuevos con los compañeros oscenses y catalanes, después de un muy buen desayuno nos montamos en los coches y fuimos en dirección la cabecera del descenso, nuestra sorpresa, un palmo de nieve en la cabecera y mucho frio.
Si elegimos una época menos fría y después de lluvias podremos disfrutar este curioso descenso que empieza en la misma carretera en dirección canalda y nada evidente, ya que lo que se ve es un torrente vestido, a pocos metros después de buenos resbalones por la nieve caída y la fina capa de hielo llegamos a los primeros resaltes y destrepes, en breve llegamos a la parte mas interesante del descenso, un rapel de 20 metros en dos resaltes donde deberemos evitar el agua para no mojarnos, después llegamos a la guinda del pastel, un salto de 50 metros divido en tres reuniones, la primera se encuentra a nuestra izquierda en alto, es fácil despistarse y pasarla, la segunda se encuentra prácticamente en el final en una repisa a la izquierda, la salida de esta es incomoda y volada, una vez descendido lo lógico es salirse, aunque se puede continuar y bajar la parte inferior, nada interesante.
La salida del torrente se puede hacer de dos formas, a través de una corta ferrata de unos 150 metros o por un sendero muy evidente que en 40 minutos te deja de nuevo en el inicio del torrente donde hemos aparcado el vehículo, descenso corto pero muy recomendable por estética y deportividad.
Inicio
Primeros destrepes
Comienzo de la parte engorgada
R20
Montse jugando con el hielo
Salt de la perdiu
Segundo rapel del salto
David nos enseña la instalación intermedia
Vista desde abajo
Y dani andando sobre el hielo
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